martes, 3 de marzo de 2015

Nunca bailas sola...






Sobre la vida, un punto de apoyo,
cuando no sabes si es de subida o descenso, 
cuando doblas las puntas hasta tocar el suelo
y el cansancio reposa en el asfalto.

Sobre las puntas, un deseo,
cuando sabes que el ruido pesa,
cuando sientes que el dolor
retuerce las articulaciones, dobla el corazón, 
deforma el cuerpo y aturde los oídos.

Sobre el corazón, un recuerdo,
cuando no hay música que alcance la bóveda del cielo,
cuando no está la sonrisa que lo pinta de consuelo,
cuando esperas quieta y callada, 
inmóvil sobre la escalera de ascenso o caída,
silenciosa y sola.

Pero es un instante, apenas un respiro de apoyo, 
es un instante que salvan las notas que vibran,
es un temblor que a otros hunde y a ella levanta,
plié, relevé, attitude, 
yergue la espalda, eleva la barbilla, 
primera, segunda, tercera...

sobre las puntas roza el aire, un impulso y flota, se desliza y gira,
una vuelta más sobre la escalera, la calle, la gente avanza, calla,
y sigue, no hay más pausa, es su destino, tras la esquina la ve,
es su sonrisa, la de su corazón, el aliento del aire, imposible
pasión de viento, esperanza abierta, felicidad segura,
y suenan pasos en silencio, danza secreta que aún comparte vida.

Cuando te acompañe, 
incansable, te elevará sobre las puntas, 
lo delicado y frágil será fuerte
porque la música va con quien la persigue.


(Para María)



(Foto https://www.flickr.com/photos/sholgk/9494620919/)